En 1853, Charles-Félicien Tissot, montador de cajas de oro, y su hijo Charles-Émile, relojero, se asociaron para fundar el comptoir d’établissage«Charles-Félicien Tissot & Fils» en la localidad suiza de Le Locle. El catálogo de Tissot incluía en aquel momento una amplia variedad de relojes de bolsillo y colgantes, la mayoría de oro, ricamente decorados o con complicaciones. Su calidad se vio recompensada en varias ocasiones en exposiciones nacionales e internacionales, así como en concursos de cronometría. Fue precisamente durante la Exposición Universal de 1900 cuando la famosa actriz Sarah Bernhardt compró un reloj colgante de oro de 18 quilates en el pabellón suizo. El principal destino de los relojes Tissot era la exportación: a Estados Unidos desde 1853 y al Imperio Ruso a partir de 1858. A los vínculos comerciales se sumaron los familiares, ya que en 1885 el hijo de Charles-Émile Tissot, Charles, se instaló en Moscú para gestionar la sucursal que había creado su padre y formó una familia con una ciudadana rusa. Hasta la revolución de octubre de 1917, el Imperio Ruso fue el principal mercado de Tissot, cuyos relojes llegaron incluso a la corte del zar.